La Fiscalía General de la Nación logró responsabilizar al exjefe paramilitar Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, por diferentes hechos delictivos cometidos en Meta por el Bloque Centauros de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), entre 2002 y 2004.
Los Fiscales de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales establecieron que el sentenciado, “en su condición de cabecilla, promovió actos violentos y de barbarie en contra de la población civil, los cuales fueron perpetrados por las estructuras armadas que estaban a su cargo”, dijo el ente investigador.
Entre las víctimas acreditadas hay líderes sociales, personas con discapacidad cognitiva, comerciantes y habitantes de la región.
Ante el material probatorio recopilado por la Fiscalía, alias ‘Don Mario’ reconoció su responsabilidad en los delitos de: homicidio de persona protegida, homicidio en persona protegida en grado de tentativa, tortura en persona protegida, terrorismo; actos de barbarie, tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en personas protegida; desplazamiento forzado, reclutamiento ilícito, desaparición forzada agravada, secuestro simple, secuestro extorsivo agravado y amenazas, entre otras conductas.
Por estos delitos, un juez penal especializado de Villavicencio (Meta), Rendón Herrera deberá cumplir la pena en establecimiento carcelario tan pronto regrese al país, ya que fue extraditado y cumple condena en Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico.
Algunas de las acciones criminales que fueron documentadas por la Fiscalía son:
- 26 de abril de 2002. Sicarios asesinaron a tres hombres en el barrio Ciudad Porfía, en Villavicencio.
- 18 de marzo de 2003. Un grupo armado disparo indiscriminadamente en contra de varias personas que departían en una tienda del barrio Samán, en Villavicencio. Esta incursión dejó dos muertos y un herido.
- 11 de julio de 2003. Crimen de dos líderes sociales en el barrio Villa Julia, en Villavicencio.
- 4 de mayo de 2004. En Castilla La Nueva (Meta), un hombre con discapacidad cognitiva fue reclutado por los grupos paramilitares y trasladado a la vereda Arenales, en Medina (Cundinamarca). Días después fue asesinado y sepultado en una fosa.