El pasado 20 de febrero, Ângela Ferreira, ciudadana portuguesa, compartió a través de sus redes sociales, una noticia llamaría la atención del mundo, habría quedado en estado de embarazo de su esposo que falleció en 2019 debido a un cáncer.
La madre gestante, logró cumplir su sueño mediante la técnica de inseminación post-mortem, para ello, tuvo que liderar un movimiento para abogar por la legalización de la aplicación del método en Portugal.
“Hoy finalmente comparto con todos ustedes la tan deseada noticia. Fueron años de lucha para llegar aquí, el proceso fue largo y doloroso… ¡Pero finalmente lo conseguimos! Con una alegría enorme y el corazón lleno comparto que ahora laten dos corazones dentro de mí”, compartió en su perfil de Instagram.
Sobre la historia, se realizó una producción distribuida por la cadena TVI, gracias al documental, Ferreira logró reunir más de 100 mil firmas en una petición para la propuesta de legalización que se discutió finalmente en el Parlamento de Portugal.
La motivación de la mujer por mantener la lucha por la legalización se debía a que Hugo, su marido, dejó por escrito antes de fallecer, su intención de dejarla en estado de embarazo con la esperma que él había dejado en criopreservación mientras estuvo en vida.
Finalmente en 2021, el Parlamento portugués falló a favor de Ferreira, permitiendo que la inseminación post-mortem se realizara dentro de un marco legal, uniéndose al listado de naciones Europeas que permiten la fecundación después de la muerte.