Preocupante aumento de intentos de suicidio en Santander
Redacción: Marianne Rincón – TRO Digital
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, llega este año con una alarmante realidad en Santander: 1.143 intentos de suicidio han sido reportados en el departamento en lo que va del 2024, según el más reciente boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS). Estas cifras reflejan una problemática creciente, que requiere de atención urgente tanto a nivel individual como institucional.
El suicidio: una crisis de salud pública
A nivel global, más de 700.000 personas se quitan la vida cada año, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto equivale a una muerte por suicidio cada 40 segundos. En Colombia, las cifras no son menos inquietantes, con Santander posicionándose como uno de los departamentos con un incremento significativo en los intentos de suicidio. De los 1.143 casos registrados en 2024, 55 han sido atendidos en el Hospital Internacional de Colombia (HIC), lo que convierte a esta institución en un epicentro de la atención en salud mental en la región.
Uno de los datos más preocupantes proviene del aumento de casos entre menores de edad. De los intentos atendidos en el HIC, 17 involucraron a niños y adolescentes, lo que pone de manifiesto la necesidad de prestar especial atención a esta población vulnerable. “Es fundamental reconocer los síntomas a tiempo y brindar el acompañamiento adecuado”, señaló el Dr. Roger Polanco, psiquiatra del HIC.
Factores de riesgo: una combinación peligrosa
El Dr. Polanco explicó que las enfermedades mentales, como los trastornos depresivos, la ansiedad y condiciones más severas como la esquizofrenia, están estrechamente ligadas al suicidio. Estos problemas de salud mental, sumados al consumo de sustancias, problemas cognitivos y conductas impulsivas o agresivas, incrementan el riesgo en personas jóvenes y adultas. El suicidio es una de las principales causas de mortalidad en personas de entre 17 y 29 años, y los esfuerzos actuales para prevenirlo han demostrado ser insuficientes.
Atención a las señales de alerta
El suicidio rara vez ocurre sin señales previas. Entre los signos más comunes se encuentran cambios repentinos en el comportamiento, como el descuido del cuidado personal, la pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban, o el aislamiento social. Expresiones relacionadas con la muerte, pensamientos existencialistas o cambios drásticos en el estado de ánimo también son motivos de preocupación. Una señal especialmente peligrosa es cuando, después de un periodo de tristeza o ansiedad, una persona parece repentinamente tranquila. Esto puede ser indicativo de que ha tomado la decisión de suicidarse. Conductas riesgosas, regalar pertenencias o mostrar indiferencia hacia el futuro son otros signos de alerta.
Intervención y prevención: ¿Qué hacer ante una situación de riesgo?
El Dr. Polanco subraya la importancia de intervenir temprano. “Es fundamental que las personas que experimenten cambios emocionales o pensamientos sobre la muerte busquen ayuda inmediatamente”, afirmó el psiquiatra, quien además añadió que “las instituciones de salud, independientemente de su nivel de complejidad, tienen la obligación de ofrecer atención oportuna y adecuada, y remitir los casos a centros especializados si es necesario”. Además de la atención médica, el apoyo del círculo cercano es esencial. Escuchar sin juzgar, permitir que la persona se exprese y mostrar apoyo incondicional pueden marcar la diferencia. “Es importante que quienes rodean a la persona en riesgo no ofrezcan consejos no solicitados o comparen la situación con otras; el apoyo y la empatía son clave”, añadió el especialista.
Recursos disponibles en Santander
Santander cuenta con varias líneas de atención disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para quienes necesiten ayuda u orientación en momentos críticos. El HIC, a través de su Instituto Neurológico, ofrece un equipo especializado en salud mental para tratar condiciones como la depresión, ansiedad y otras afecciones que pueden llevar a la ideación suicida. Las autoridades de salud hacen un llamado a la comunidad a estar atentos a las señales de alarma en su entorno y a fomentar el diálogo abierto sobre la salud mental, un tema que, aunque cada vez es más visible, sigue enfrentando estigmas y barreras.